Los primeros días del mes de noviembre nos van recordando que la Navidad está ya a la vuelta de la esquina. El encanto de los mercadillos navideños es fundamental para animar la campaña durante el mes de diciembre y son muchos los profesionales, negocios, artesanos… que convierten su puesto en el mercadillo navideño en una ubicación perfecta para llegar a su público en estas fechas.
Los mercadillos navideños se organizan en casi todas las nuestras poblaciones. De forma eventual o semipermanente, llenan de vida y alegría los centros de nuestras ciudades durante algunas semanas previas a la Navidad y el fin de año.
Artesanía, dulces, regalos o complementos son parte de la oferta de productos que puedes encontrar en los puestos. Además, suelen sumarse una amplia oferta de talleres, actividades y actuaciones, que sirven para atraen a más público y enriquecer el evento. La entrega de la carta a los Reyes Magos o a Papá Noel suelen ser algunas de las actividades que no faltan en los mercadillos navideños.
Los mercadillos suelen estar organizados en torno de una plaza, o de forma lineal creando calles. Muchas empresas privadas, o los mismos ayuntamientos, invierten en estructuras resistentes que puedan montar, desmontar y guardar, para poder usar en años sucesivos.
Para establecer un mercadillo navideño, es fundamental la iluminación, los aseos a disposición de los profesionales y público; también una ubicación de fácil acceso por transporte público y un plan de seguridad que recoja todas las necesidades en función de la afluencia de público.
Son famosos el mercadillo navideño de la Plaza Mayor de Madrid; Les villages de Noel en los Campos Elíseos de París… Pero cada vez más se han convertido en escenarios que aparece cada Navidad en casi todas las poblaciones y que ponen una nota de alegría e ilusión en todos, sobre todo en los más pequeños de la casa…
